Las
siguientes actividades sobre creación literaria son actividades muy
sencillas, adecuadas al 2º Ciclo de Educación Primaria. Estas
actividades sirven de ejemplo para los alumnos con los que se va a
trabajar, durante el transcurso de estas actividades en clase, se
deben de ir modificando cada una de ellas, de forma que cada
actividad sea personal.
Prosa
Nunca
os habéis preguntado, ¿qué pasa después del final de cada
cuento?, ¿Los príncipes tienen hijos?, ¿Viven felices de verdad
para siempre? Pues hoy practicaremos estas dos estrategias. Estas
estrategias consisten en crear un final alternativo al original y,
por si fuera poco, imaginar como continua la historia después de ese
final. Para poder trabajar estas estrategias necesitaremos el
siguiente material:
-Un
cuento, relato, historia...
-Un
poco de imaginación.
El
cuento que vamos a trabajar es Blancanieves, todos sabemos lo feliz
que acaba el cuento, pero vamos a darle un giro a la historia, a ver
que nos sale:
En
un país muy lejano vivía una bella princesa llamada
Blancanieves, que tenía una madrastra, la Reina, muy
vanidosa. La madrastra preguntaba a su espejo mágico
-
Espejito, espejito, di, ¿Quién es la más bella de todas las
mujeres?
Y el espejo contestaba :
- Tú eres, oh Reina, la más bella de todas las mujeres.
Y fueron pasando los años. Un día la Reina preguntó, como siempre, a su espejo mágico:
- Espejito, espejito, di, ¿Quién es la más bella de todas las mujeres?
Pero esta vez el espejo contestó:
- La más bella es Blancanieves.
Entonces la Reina, llena de ira y de envidia, buscó un cazador y le ordenó:
- Llévate a Blancanieves al bosque, mátala y como prueba de haber realizado mi encargo, tráeme en este cofre su corazón.
Pero cuando llegaron al bosque, el cazador sintió lástima por la inocente joven y la dejó huir, sustituyendo su corazón por el de uno jabalí.
Blancanieves, al verse sola, sintió miedo y lloró. Llorando y caminando pasó la noche, hasta que, al amanecer, llegó a una claro en el bosque y descubrió allí una casa preciosa.
Entró sin dudarlo. Los muebles eran pequeñísimos y, sobre la mesa, había siete platillos y siete cubiertos diminutos. Subió a una habitación, que estaba ocupada por siete camitas. La pobre Blancanieves, agotada después de caminar toda la noche por el bosque, juntó todos las camitas y al momento se quedó dormida.
Por la tarde llegaron los propietarios de la casa, siete enanos que trabajaban en unas minas y que se admiraron al descubrir a Blancanieves.
Entonces ella les explicó su triste historia. Los enanos suplicaron a la niña que se quedase con ellos y Blancanieves aceptó, se quedó en vivir con ellos y todos eran felices.
Mientras tanto, en palacio, la Reina volvió a preguntar al espejo:
- Espejito, espejito, ¿quien es ahora la más bella?
- Sigue siendo Blancanieves, que ahora vive en el bosque en casa de los enanos.
Furiosa y vengativa como era, la cruel madrastra se disfrazó de inocente viejecita y se dirigió hacia la casita del bosque.
Blancanieves estaba sola, porque los enanos estaban trabajando en la mina. La malvada Reina ofreció a la niña una manzana envenenada y cuando Blancanieves le dio el primer mordisco, cayó desmayada.
Al volver, ya de noche, los enanos a su casa, encontraron a Blancanieves tumbada en el suela, pálida y quieta, creyeron que había muerto y le construyeron una urna de cristal para que todos los animales del bosque se pudiesen despedir.
En aquel momento apareció un príncipe montado sobre un majestuoso caballo y solo contemplar a Blancanieves quedó enamorado de ella. Intentaron sacarla de esa urna, pero no pudieron, incluso los siete enanitos juntos lo intentaron con todas sus fuerzas, pero esa urna no se rompía. El príncipe se quedó muy triste al saber que no podía sacar a la mujer de la que se había enamorado. Hizo un pacto con los enanitos, estos la cuidarían hasta que el príncipe tuviera una genial idea que funcionara. El príncipe se marchó a su palacio, donde día tras día pensaba en un plan. Después de tres meses, una maravillosa mañana, la malvada Reina, se comió una de las manzanas envenenadas que le quedaban sin darse cuenta, nunca más volvió a despertarse. Acto seguido derrepente Blancanieves despertó, ya que el efecto de la manzana había acabado. Los enanitos pusieron al día a Blancanieves le contaron lo del príncipe, ella corrió a palacio, pero vio que el príncipe ya había encontrado a otra chica de la cual se había enamorado. Blancanieves se le acercó y el príncipe le explico que no siempre pasan las cosas como uno quiere, pero quedaron como buenos amigos. Pasaron los años y Blancanieves conoció a un hermoso joven, leñador, con el que se casaría y tendrían hijos.
Y el espejo contestaba :
- Tú eres, oh Reina, la más bella de todas las mujeres.
Y fueron pasando los años. Un día la Reina preguntó, como siempre, a su espejo mágico:
- Espejito, espejito, di, ¿Quién es la más bella de todas las mujeres?
Pero esta vez el espejo contestó:
- La más bella es Blancanieves.
Entonces la Reina, llena de ira y de envidia, buscó un cazador y le ordenó:
- Llévate a Blancanieves al bosque, mátala y como prueba de haber realizado mi encargo, tráeme en este cofre su corazón.
Pero cuando llegaron al bosque, el cazador sintió lástima por la inocente joven y la dejó huir, sustituyendo su corazón por el de uno jabalí.
Blancanieves, al verse sola, sintió miedo y lloró. Llorando y caminando pasó la noche, hasta que, al amanecer, llegó a una claro en el bosque y descubrió allí una casa preciosa.
Entró sin dudarlo. Los muebles eran pequeñísimos y, sobre la mesa, había siete platillos y siete cubiertos diminutos. Subió a una habitación, que estaba ocupada por siete camitas. La pobre Blancanieves, agotada después de caminar toda la noche por el bosque, juntó todos las camitas y al momento se quedó dormida.
Por la tarde llegaron los propietarios de la casa, siete enanos que trabajaban en unas minas y que se admiraron al descubrir a Blancanieves.
Entonces ella les explicó su triste historia. Los enanos suplicaron a la niña que se quedase con ellos y Blancanieves aceptó, se quedó en vivir con ellos y todos eran felices.
Mientras tanto, en palacio, la Reina volvió a preguntar al espejo:
- Espejito, espejito, ¿quien es ahora la más bella?
- Sigue siendo Blancanieves, que ahora vive en el bosque en casa de los enanos.
Furiosa y vengativa como era, la cruel madrastra se disfrazó de inocente viejecita y se dirigió hacia la casita del bosque.
Blancanieves estaba sola, porque los enanos estaban trabajando en la mina. La malvada Reina ofreció a la niña una manzana envenenada y cuando Blancanieves le dio el primer mordisco, cayó desmayada.
Al volver, ya de noche, los enanos a su casa, encontraron a Blancanieves tumbada en el suela, pálida y quieta, creyeron que había muerto y le construyeron una urna de cristal para que todos los animales del bosque se pudiesen despedir.
En aquel momento apareció un príncipe montado sobre un majestuoso caballo y solo contemplar a Blancanieves quedó enamorado de ella. Intentaron sacarla de esa urna, pero no pudieron, incluso los siete enanitos juntos lo intentaron con todas sus fuerzas, pero esa urna no se rompía. El príncipe se quedó muy triste al saber que no podía sacar a la mujer de la que se había enamorado. Hizo un pacto con los enanitos, estos la cuidarían hasta que el príncipe tuviera una genial idea que funcionara. El príncipe se marchó a su palacio, donde día tras día pensaba en un plan. Después de tres meses, una maravillosa mañana, la malvada Reina, se comió una de las manzanas envenenadas que le quedaban sin darse cuenta, nunca más volvió a despertarse. Acto seguido derrepente Blancanieves despertó, ya que el efecto de la manzana había acabado. Los enanitos pusieron al día a Blancanieves le contaron lo del príncipe, ella corrió a palacio, pero vio que el príncipe ya había encontrado a otra chica de la cual se había enamorado. Blancanieves se le acercó y el príncipe le explico que no siempre pasan las cosas como uno quiere, pero quedaron como buenos amigos. Pasaron los años y Blancanieves conoció a un hermoso joven, leñador, con el que se casaría y tendrían hijos.
Verso
Para
poder trabajar la poesía, una forma divertida puede ser la
estrategia de Poemas Enredados. En el cual elegimos dos poemas
cualesquiera y mezclamos unos versos con otros. Yo he escogido los
siguientes poemas:
Semilla
Semillita,
semillita,
que en la tierra se cayó
y dormidita, dormidita
en seguida se quedó.
que en la tierra se cayó
y dormidita, dormidita
en seguida se quedó.
¿Dónde
está la dormilona?
un pequeño preguntó
y las nubes respondieron:
una planta ya nació.
un pequeño preguntó
y las nubes respondieron:
una planta ya nació.
Semillita,
semillita,
que recibiste calor
para dar una plantita,
muchas hojas y una flor.
que recibiste calor
para dar una plantita,
muchas hojas y una flor.
Autora:
Haydé G. de Guacci
Campo
El
cielo es de ceniza.
Los árboles son blancos,
y son negros carbones
los rastrojos quemados.
Tiene sangre reseca
la herida del Ocaso,
y el papel incoloro
del monte está arrugado.
El polvo del camino
se esconde en los barrancos,
están las fuentes turbias
y quietos los remansos.
Los árboles son blancos,
y son negros carbones
los rastrojos quemados.
Tiene sangre reseca
la herida del Ocaso,
y el papel incoloro
del monte está arrugado.
El polvo del camino
se esconde en los barrancos,
están las fuentes turbias
y quietos los remansos.
Autor:
Federico García Lorca
Nuestro
poema
Semillita,
semillita,
El
cielo es de ceniza.
que en la tierra se cayó
que en la tierra se cayó
Los
árboles son blancos,
y dormidita, dormidita
y
son negros carbones
en seguida se quedó.
en seguida se quedó.
los
rastrojos quemados.
¿Dónde
está la dormilona?
Tiene
sangre reseca
un pequeño preguntó
la herida del Ocaso,
un pequeño preguntó
la herida del Ocaso,
y
las nubes respondieron:
y
el papel incoloro
una planta ya nació.
una planta ya nació.
del
monte está arrugado.
Semillita,
semillita,
El
polvo del camino
que recibiste calor
que recibiste calor
se
esconde en los barrancos,
para dar una plantita,
están
las fuentes turbias
muchas hojas y una flor.
muchas hojas y una flor.
y
quietos los remansos.
Drama
La
estrategia que voy a utilizar es la de adaptar un cuento a un texto
dramático, para que pueda ser representado por los alumnos. Si en la
adaptación a menos personajes que alumnos, se puede modificar,
creando personajes nuevos, para que todos los alumnos puedan
participar.
Título:
La princesa y el guisante
Autor:
Hans Christian Andersen
Personajes
Príncipe
Princesa
Narrador
I
Narrador
II
Monarcas
La
princesa y el guisante
NARRADOR:- Erase una vez un príncipe que quería casarse con una princesa de
sangre real, con este propósito recorrió todo el mundo conocido por
aquel entonces y encontró varias princesas en cada uno de los reinos
visitados.
PRÍNCIPE:-
Para averiguar si realmente son de
sangre azul, las someteré a un prueba irrefutable. Las
aspirantes serán invitadas a pasar la noche en
una habitación dotada de un mullido colchón lleno de almohadones,
cojines y todo tipo de comodidades, bajo el cual se colocará
un único guisante
NARRADOR
II: Las candidatas manifestaban su agradecimiento por el confort y lo
bien que habían dormido, las lisonjas que prodigan a los monarcas,
lejos de favorecerles se volvían en su contra al mostrar una total
ausencia de sensibilidad ante el guisante, y en consecuencia
evidenciar que no eran auténticas princesas.
NARRADOR
I: -Decepcionado y nostálgico el príncipe regresó a sus dominios
con toda su comitiva.
(Es
de noche, hay tormenta, se oyen unos golpecitos en la puerta
principal, se puede ver la silueta de una mujer).
NARRADOR
II: AL ver la silueta de la mujer, todo el personal de palacio se
apresuró a auxiliar a la desvalida criatura, la llevaron a presencia
de los soberanos, que quedaron asombrados por su hermosura y
refinados modales.
PRINCIPE:-¿Quién
eres? –Preguntó el príncipe impaciente.
PRINCESA:
-Soy la hija del rey Gudux. –Contestó la joven (Tiritando).
MONARCAS
-Y ¿qué haces a estas horas, sola por el mundo y de esa guisa:
empapada de pies a cabeza? –Añadieron los monarcas con
curiosidad.
PRINCESA:
-Navegaba con mi cortejo, cuando nos ha sorprendido la tormenta,
arrasando con todo, yo me he salvado milagrosamente.
MONARCAS:
- Entra por favor, no te quedes ahí, te daremos cobijo, alimento y
ropa seca.
NARRADOR
I: La reina no quería perder la oportunidad de comprobar si era una
princesa autentica, por lo que preparo la prueba del guisante.
(Se
hace de día)
REINA:-¿Qué
tal habéis dormido, alteza?(Con mucho entusiasmo)
PRINCESA:-Siento
mucho decir que bastante mal. (Con voz tímida)
PRÍNCIPE: -Y
¿Qué es lo que ha perturbado vuestro descanso? ¡Alteza!
PRINCESA
-Había algo en el lecho a pesar de los numerosos cojines, que me ha
impedido conciliar el sueño, e incluso me ha llenado el cuerpo de
contusiones.
NARRADOR
II: Ya no era necesario seguir investigando, no cabía la menor duda
de que se trataba de una auténtica princesa de sangre real. Como
ambos eran jóvenes y bellos, se enamoraron rápidamente, y con la
misma prontitud se hicieron los preparativos nupciales; se casaron,
compartiendo todo y viviendo muy dichos el resto de sus vidas.
La actividad de creación en verso la he plasmado en formato libro, como muestro en las siguientes imágenes:
-Materiales:
Cartulinas de colores
Rotuladores
Tijeras
Pegamento
Doblamos una de las cartulinas por la mitad, en ella pegamos otro trozo de cartulina, donde se sujetaran los versos de los distintos poemas.
Una vez tengamos esto cortamos dos cartulinas de distinto color, en tiras. Necesitamos tantas tiras como versos tengan los distintos poemas
Una vez tengamos las tiras, yo por ejemplo tengo rosas y azules, y como se ven en la foto las tiras rosas serán para el poema " Semilla" y las tiras azules para el poema "Campo", en cada tira rosa escribiré un verso del poema.
Una vez tengamos todos los versos, solo tenemos que ir intercalando uno de cada color (roza-azul-rosa-azul...)
YA TENEMOS NUESTRO POEMA!
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