Análisis
bloque 1.
Para
comenzar este bloque como introducción, vimos las diferencias entre
un texto literario y textos que no lo son, y sus características.
Antes de saber una definición común para todos sobre ¿qué es
literatura?, tuvimos que crear individualmente la nuestra.
La
mía era así: “ Un texto literario es aquel en el que un autor
transmite un mensaje, pero con ritmo, una apariencia poética”.
La
verdad es que con mi definición me quedaba muy corta, ya que parece
que solo incluye la lírica, y no es así.
Un
texto literario es aquel en el que el autor transmite un mensaje,
utilizando elementos estéticos, estos textos pueden ser: líricos,
teatrales, cuentos y leyendas.
Pero
no solo nos vale con una definición, como ya he dicho necesita tener
unas características:
1.
Tiene que pertenecer a uno de los tres grandes géneros literarios:
-Prosa/narrativa
-Verso/poesía/lírica
-Dramático/teatral.
2.
Tiene que hacer un uso explícito de la función poética del
lenguaje.
3.
Han de ser obligatoriamente de ficción. Con esto tenemos que tener
cuidado, como ami me ha pasado que lo confundo con fantasía. Ficción
es una realidad filtrada por medio de subjetividad, creatividad... y
fantasía es algo totalmente imaginario, sin ningún tipo de
realismo.
4.Tiene
que tener intención artística.
Es
muy común confundir textos literarios con paraliterarios. Estos
últimos textos son aquellos que cumplen casi todas las
características literarias, pero no algunas. No suelen cumplir:
ficción e intención.
En
un principio yo pensaba que la literatura infantil, era aquella que,
obviamente está dirigida a niños, pero que cuentan generalmente
historias fantásticas. Casi todos los libros que puedas encontrar en
una librería o una biblioteca infantil, eran, para mí textos
literarios infantiles. Pero me di cuenta de que no.
La
calidad de los textos infantiles, deben de ser igual que para el
adulto, aunque cambien los temas y el tratamiento. La literatura
infantil ayuda al niño a aumentar su marco de referencia. Lo hace
creando otros mundos, forjando hechos que la imaginación infantil
concibe como vivencias posibles y personajes con los que compartir la
anécdota, por ello los temas tienen que ser reales, para que ellos
puedan identificarse con el relato.
Después
de esto vamos a recorrer un poco por la historia de la literatura
infantil. Con respecto a este tema he aprendido muchísimo, ya que
sobre literatura infantil sabía más bien poquito, los conocimientos
muy básicos por así decirlo, lo que nos cuentan a todos en el cole,
que en un principio los textos no se leían, se contaban, hasta que
apareció la imprenta. Bueno pero vamos a lo importante, primero hay
que saber un poquito de historia para saber como hemos llegado a la
literatura de hoy.
Los
primeros libros se escribieron antes de la imprenta pero, un niño
menor de 7-8 años no se consideraba humano por lo que no se escribió
para menos de esta edad. En la Edad Media el concepto de educación
era muy distinto, solo recibían los privilegiados varones. Se les
daba conocimientos paraliterarios, fines didácticos, moralizantes,
pueden que usaran la ficción pero le daban un fin educativo.
Después
de la imprenta, se amplió el grupo social que tenían acceso a la
alfabetización.
Antes
de comenzar con los géneros literarios, vamos a hacer un breve
recorrido sobre la literatura durante la historia:
En
el siglo XVI hay niñas que acceden a la lecto-escritura. Se sabe que
los géneros leídos en este siglo son libros de caballerías y
aventuras.
En
el siglo XVII al igual que en el siglo XVI, no hay autores que
escribieran libros para los niños. Se puede destacar a Lope de Vega,
que escribió un relato para su hijo. Otros como Gil Vicente o
Góngora, escribieron romancillos y villancicos, para que los leyesen
y cantasen.
Se
puede considerar “Los pastores de Belén” como el primer poema
español para niños.
En
el siglo XVIII en Francia, las historias, que en origen fueran
creencias populares y relatos, se convirtieron en narraciones
cortesanas en la época de Luis XIV, por ejemplo “Caperucita roja”,
“Piel de asno”, “La Cenicienta”, “El Gato con botas”...
se convirtieron en cuentos morales y didácticos.
Es
en este siglo cuando nace el primer periódico infantil español,
“Gaceta para niños”,que no deja de ser una pequeña enciclopedia
que trata de enseñar deleitando.
En
el siglo XIX Supone un enorme avance en el interés de los escritores
por los gustos infantiles. En Alemania, se publica “Cuentos para
niños” , de los hermanos Grimm.
En
Dinamarca, nace el rey verdadero de los cuentos infantiles: Hans
Cristian Andersen, creador de “El soldadito de plomo”, “El
patito feo”; “La pequeña cerillera”...
Finalizando
este siglo, los niños tienen la oportunidad de deleitarse con las
novelas de ciencia ficción del gran Julio Verne, Alicia en el País
de las Maravillas, Peter Pan...
El
siglo XX, ve la verdadera dedicación de psicólogos, maestros y
escritores en la lucha por hacer del libro para niños una verdadera
fuente de placer y entretenimiento. Surgen en este siglo autores como
Juan Ramón Jiménez con “Platero y yo”, Rubén Dario, Francisco
Villaespesa, Lorca...
Bueno
tras este breve viaje, comencemos a detallar sobre los géneros
literarios.
El
primero del que voy a hablar es sobre el texto teatral.
La gran mayoría prefiere leer en prosa que teatro, ya que es más
difícil y menos placentero, esto mismo ocurre con los niños y los
textos teatrales. El escaso texto que se escribe es para ser
representado. Para poder hacer que los niños tengan gusto por el
teatro, se pueden crear talleres de teatro, aunque hay que tener en
cuenta que no solo es leer los textos, sino que también hay que
representar con gestos y movimientos, comprendiendo y sintiendo lo
que el texto nos transmite.
Para
hacer teatro en clase, lo primordial es que el profesor se atreva a
superar sus temores y sus complejos, ya que si el propio profesor no
se ve capaz de poder realizar un papel, ¿cómo va a transmitírselo
a los alumnos? También tiene que tener claro, que surgirán muchas
dificultades, por lo que tendrá que armarse de paciencia y sobretodo
no desanimarse. Esto de los teatros infantiles no es una novedad, ya
que se hace para celebrar numerosas fiestas, lo novedoso tiene que
ser el cómo se realizan esas obras teatrales. Hay
que enfocar la interpretación dramática como un conjunto de
técnicas educativas y no como una actividad destinada a formar
futuros actores, no se trata de agregar una nueva disciplina escolar,
sino de integrar la expresión dramática en las materia que ya se
imparten. Aunque es muy fácil decirlo, hay que intentar conseguirlo
con hechos, el teatro siempre ha tiendo vocación en el marco de la
educación. Con obras teatrales los niños pueden:
-Hablar
y mejorar su lenguaje.
-Ejercitarse
en la expresión escrita.
-Situar
espacial y temporalmente el tema tratado.
-Poner
en práctica ciertos medios de expresión artística.
-Familiarizarse
con el lenguaje no verbal.
-Desarrollar
la psicomotricidad y la educación física.
El
segundo género que voy a tratar es la poesía de autor:
AL igual que el teatro, no tiene apenas proyección en el aula. Sin
duda se debe a la falta de sensibilidad estética de los maestros y
al desconocimiento de textos, autores y posibilidades de aplicación.
Lo primero es concienciar a los profesores y educarles en este
ámbito, ¡Anda que no hay cursos divertidos donde aprender recursos
que podemos llevar al aula!, lo único que falta es interés, si un
profesor no tiene interés no lo van a tener sus alumnos, entonces
seguimos en un círculo continuo, como la pescadilla que se muerde la
cola.
Hoy
en día es necesario ofrecer al niño caminos que lo saquen de la
imitación y la reproducción y lo lleven a experimentar y gozar con
la imaginación y la propia creatividad.
Una
gran autora para poder llevar esto acabo es Gloria Fuertes, la gran
renovadores de la poesía infantil, nos ha enseñado cómo el niño
puede conquistar, jugando con las palabras, la realidad. El reto que
supone toda adivinanza conduce al niño fácilmente por el camino de
la reflexión y el juego fantástico.
La
poesía es un medio excelente de ruptura con lo impersonal y con lo
rutinario del aula y la lengua. Si el niño, ya desde el balbuceo,
muestra gusto por los juegos vocálicos, los ritmos o las invenciones
léxicas, hemos de proporcionarle, como maestros, la posibilidad de
continuar su gusto por el disfrute creativo fomentando su vena
sensitiva y su imaginación poética.
El
tercer género son los cuentos y novelas de autor:
es el género más extendido. Sigue la misma linea que lo hablado
anteriormente. El autor tiene que ser un buen escritor, pero mucho
más importante es que tiene que ser un experto psicólogo del
desarrollo y evolución del niño, un gran conocedor y observador de
los niños, para poder entenderlos. Existen dos tipos de niños
protagonistas, los positivos y los negativos. Los positivos son
abiertos, objetivos, activos, extrovertidos, optimistas... son los
que consiguen superarse a sí mismos y cumplir sus sueños; los
protagonistas negativos son pasivos, cerrados, egocéntricos,
hipersensibles, descontentos, necesitan que otros los ayude.
A
partir de los 10 años el niño acepta la realidad, pero su mayor
deseo está en la utopía, las aventuras, la búsqueda de lo bello y
lo bueno como la amistad y la libertad, pero también siente cierta
atracción por la violencia y la sangre.
Ya
que conocemos que tipos de literatura podemos trabajar en el aula,
para poder enseñar a los alumnos un material adecuado, tendremos,
como maestros, que hacer un análisis previo, para poder saber si el
libro que queremos trabajar se adecua a las necesidades de dichos
niños. Lo primero y obvio es leer el libro que queremos que lean
nuestros alumnos, una vez leído comenzaremos el análisis:
Para
ello tendremos que tener en cuenta el formato (todo aquello
relacionado con la edad, para poder decidir si es adecuado o no):
*Aspecto
externo o manejabilidad:
Tener en cuenta la edad de
los niños, si tienen algún retraso madurativo o alguna
discapacidad, tendremos que tener en cuenta el tamaño y el grosor de
las páginas. También tener en cuenta el exterior, ya que esto
influye en la motivación del lector, si no nos entra por los ojos,
es algo más complicado que puedan sentirse atraídos por el libro.
*Ilustraciones:
Tener en cuenta cómo son los dibujos que aparecen, si son
suficientes, si son claros, si están ahí para rellenar hueco o para
ayudar a la lectura. Tener en cuenta también la edad a la que va
dirigida el libro, ya que alumnos de cierta edad las ilustraciones
son innecesarias, o al menos que sean escasas, ya que no tienen
necesidad de ayudarse por los dibujos.
*Tipografía:
LA letra de los libros se va juntando a la evolución de los aspectos
fisiológicos que intervienen en la lectura: el campo visual y el
tamaño de las fijaciones que realizamos. También se incluyen los
espacios entre caracteres, palabra y entre lineas.
*Tema:
Ya sea el tema principal, como los temas secundarios, tienen que
responder al interés de los lectores a los que va dirigido y a las
características del movimiento evolutivo en el que se encuentra.
*Estructura:
La estructura lineal (Introducción, nudo y desenlace) es la más
sencilla y la mas apropiada para los más pequeños. A medida que van
creciendo, se pueden incluir varias acciones, algunos “flashback”
y ya en ultimo ciclo pueden aparecer textos comenzados “in media
res” y otras rupturas de la linealidad.
*El/La
protagonista: Deben responder
al momento evolutivo real de los lectores, hacer cosas de niño,
sentir cosas de niño, hablar como un niño... y deber permitir la
identificación de los lectores. No han de ser personajes planos y
tienen que aparecer adornados por valores modernos y realistas y no
por la clásica y obsoleta dualidad entre “buenos y malos”
*Los
demás personajes: Cuanto más
pequeño es el lector más necesario es que pueda reconocer los roles
representados por los personajes. A medida que crecen van teniendo
más experiencia y más referencias en las que anclar su compresión.
*Valores
y contravalores: Los valores y contravalores están presentes en el
personaje principal y secundarios, tienen que ser comprensibles y
adecuados para los receptores. Hay que tener especial cuidado con los
contra valores, que un niño tenga un concepto ajustado de sí mismo
es inútil y además puede conseguir justo lo contrario de lo
pretendido.
El
lenguaje y el uso de la lengua: Tiene que tener un vocabulario,
claridad de las estructuras morfosintácticas, no hay que ser
experto, sólo saber valorar la calidad de las descripciones, la
presentación de personajes...
Una vez visto esto, en mis prácticas, me di cuenta que todo tiene muy buena intención siempre, pero no se lleva a cabo, en mi estancia en el colegio, si que realizaban análisis a principio de curso sobre los libros que iban a leer los alumnos, con lo cual, creo que en su mayoría acertaban con los libros, aunque bien es verdad que para gustos los colores. El resto de los apartados comentados, no se han llegado a realizar, al menos durante mi estancia
Webgrafía
http://familias.leer.es/files/2010/07/art_fam_10consejosparaseleccionarlaslecturas_gemmalluch.pdf
http://www.literaturasm.com/Pautas_para_escoger_las_lecturas_de_nuestros_hijos.html