martes, 20 de mayo de 2014

Artículo bloque 1

Análisis bloque 1.

Para comenzar este bloque como introducción, vimos las diferencias entre un texto literario y textos que no lo son, y sus características. Antes de saber una definición común para todos sobre ¿qué es literatura?, tuvimos que crear individualmente la nuestra.

La mía era así: “ Un texto literario es aquel en el que un autor transmite un mensaje, pero con ritmo, una apariencia poética”.

La verdad es que con mi definición me quedaba muy corta, ya que parece que solo incluye la lírica, y no es así.

Un texto literario es aquel en el que el autor transmite un mensaje, utilizando elementos estéticos, estos textos pueden ser: líricos, teatrales, cuentos y leyendas.

Pero no solo nos vale con una definición, como ya he dicho necesita tener unas características:

1. Tiene que pertenecer a uno de los tres grandes géneros literarios:
-Prosa/narrativa
-Verso/poesía/lírica
-Dramático/teatral.

2. Tiene que hacer un uso explícito de la función poética del lenguaje.

3. Han de ser obligatoriamente de ficción. Con esto tenemos que tener cuidado, como ami me ha pasado que lo confundo con fantasía. Ficción es una realidad filtrada por medio de subjetividad, creatividad... y fantasía es algo totalmente imaginario, sin ningún tipo de realismo.

4.Tiene que tener intención artística.

Es muy común confundir textos literarios con paraliterarios. Estos últimos textos son aquellos que cumplen casi todas las características literarias, pero no algunas. No suelen cumplir: ficción e intención.


En un principio yo pensaba que la literatura infantil, era aquella que, obviamente está dirigida a niños, pero que cuentan generalmente historias fantásticas. Casi todos los libros que puedas encontrar en una librería o una biblioteca infantil, eran, para mí textos literarios infantiles. Pero me di cuenta de que no.

La calidad de los textos infantiles, deben de ser igual que para el adulto, aunque cambien los temas y el tratamiento. La literatura infantil ayuda al niño a aumentar su marco de referencia. Lo hace creando otros mundos, forjando hechos que la imaginación infantil concibe como vivencias posibles y personajes con los que compartir la anécdota, por ello los temas tienen que ser reales, para que ellos puedan identificarse con el relato.


Después de esto vamos a recorrer un poco por la historia de la literatura infantil. Con respecto a este tema he aprendido muchísimo, ya que sobre literatura infantil sabía más bien poquito, los conocimientos muy básicos por así decirlo, lo que nos cuentan a todos en el cole, que en un principio los textos no se leían, se contaban, hasta que apareció la imprenta. Bueno pero vamos a lo importante, primero hay que saber un poquito de historia para saber como hemos llegado a la literatura de hoy.
Los primeros libros se escribieron antes de la imprenta pero, un niño menor de 7-8 años no se consideraba humano por lo que no se escribió para menos de esta edad. En la Edad Media el concepto de educación era muy distinto, solo recibían los privilegiados varones. Se les daba conocimientos paraliterarios, fines didácticos, moralizantes, pueden que usaran la ficción pero le daban un fin educativo.

Después de la imprenta, se amplió el grupo social que tenían acceso a la alfabetización.

Antes de comenzar con los géneros literarios, vamos a hacer un breve recorrido sobre la literatura durante la historia:

En el siglo XVI hay niñas que acceden a la lecto-escritura. Se sabe que los géneros leídos en este siglo son libros de caballerías y aventuras.

En el siglo XVII al igual que en el siglo XVI, no hay autores que escribieran libros para los niños. Se puede destacar a Lope de Vega, que escribió un relato para su hijo. Otros como Gil Vicente o Góngora, escribieron romancillos y villancicos, para que los leyesen y cantasen.
Se puede considerar “Los pastores de Belén” como el primer poema español para niños.

En el siglo XVIII en Francia, las historias, que en origen fueran creencias populares y relatos, se convirtieron en narraciones cortesanas en la época de Luis XIV, por ejemplo “Caperucita roja”, “Piel de asno”, “La Cenicienta”, “El Gato con botas”... se convirtieron en cuentos morales y didácticos.
Es en este siglo cuando nace el primer periódico infantil español, “Gaceta para niños”,que no deja de ser una pequeña enciclopedia que trata de enseñar deleitando.

En el siglo XIX Supone un enorme avance en el interés de los escritores por los gustos infantiles. En Alemania, se publica “Cuentos para niños” , de los hermanos Grimm.
En Dinamarca, nace el rey verdadero de los cuentos infantiles: Hans Cristian Andersen, creador de “El soldadito de plomo”, “El patito feo”; “La pequeña cerillera”...
Finalizando este siglo, los niños tienen la oportunidad de deleitarse con las novelas de ciencia ficción del gran Julio Verne, Alicia en el País de las Maravillas, Peter Pan...

El siglo XX, ve la verdadera dedicación de psicólogos, maestros y escritores en la lucha por hacer del libro para niños una verdadera fuente de placer y entretenimiento. Surgen en este siglo autores como Juan Ramón Jiménez con “Platero y yo”, Rubén Dario, Francisco Villaespesa, Lorca...

Bueno tras este breve viaje, comencemos a detallar sobre los géneros literarios.

El primero del que voy a hablar es sobre el texto teatral. La gran mayoría prefiere leer en prosa que teatro, ya que es más difícil y menos placentero, esto mismo ocurre con los niños y los textos teatrales. El escaso texto que se escribe es para ser representado. Para poder hacer que los niños tengan gusto por el teatro, se pueden crear talleres de teatro, aunque hay que tener en cuenta que no solo es leer los textos, sino que también hay que representar con gestos y movimientos, comprendiendo y sintiendo lo que el texto nos transmite.
Para hacer teatro en clase, lo primordial es que el profesor se atreva a superar sus temores y sus complejos, ya que si el propio profesor no se ve capaz de poder realizar un papel, ¿cómo va a transmitírselo a los alumnos? También tiene que tener claro, que surgirán muchas dificultades, por lo que tendrá que armarse de paciencia y sobretodo no desanimarse. Esto de los teatros infantiles no es una novedad, ya que se hace para celebrar numerosas fiestas, lo novedoso tiene que ser el cómo se realizan esas obras teatrales. Hay que enfocar la interpretación dramática como un conjunto de técnicas educativas y no como una actividad destinada a formar futuros actores, no se trata de agregar una nueva disciplina escolar, sino de integrar la expresión dramática en las materia que ya se imparten. Aunque es muy fácil decirlo, hay que intentar conseguirlo con hechos, el teatro siempre ha tiendo vocación en el marco de la educación. Con obras teatrales los niños pueden:
-Hablar y mejorar su lenguaje.
-Ejercitarse en la expresión escrita.
-Situar espacial y temporalmente el tema tratado.
-Poner en práctica ciertos medios de expresión artística.
-Familiarizarse con el lenguaje no verbal.
-Desarrollar la psicomotricidad y la educación física.

El segundo género que voy a tratar es la poesía de autor: AL igual que el teatro, no tiene apenas proyección en el aula. Sin duda se debe a la falta de sensibilidad estética de los maestros y al desconocimiento de textos, autores y posibilidades de aplicación. Lo primero es concienciar a los profesores y educarles en este ámbito, ¡Anda que no hay cursos divertidos donde aprender recursos que podemos llevar al aula!, lo único que falta es interés, si un profesor no tiene interés no lo van a tener sus alumnos, entonces seguimos en un círculo continuo, como la pescadilla que se muerde la cola.
Hoy en día es necesario ofrecer al niño caminos que lo saquen de la imitación y la reproducción y lo lleven a experimentar y gozar con la imaginación y la propia creatividad.
Una gran autora para poder llevar esto acabo es Gloria Fuertes, la gran renovadores de la poesía infantil, nos ha enseñado cómo el niño puede conquistar, jugando con las palabras, la realidad. El reto que supone toda adivinanza conduce al niño fácilmente por el camino de la reflexión y el juego fantástico.
La poesía es un medio excelente de ruptura con lo impersonal y con lo rutinario del aula y la lengua. Si el niño, ya desde el balbuceo, muestra gusto por los juegos vocálicos, los ritmos o las invenciones léxicas, hemos de proporcionarle, como maestros, la posibilidad de continuar su gusto por el disfrute creativo fomentando su vena sensitiva y su imaginación poética.

El tercer género son los cuentos y novelas de autor: es el género más extendido. Sigue la misma linea que lo hablado anteriormente. El autor tiene que ser un buen escritor, pero mucho más importante es que tiene que ser un experto psicólogo del desarrollo y evolución del niño, un gran conocedor y observador de los niños, para poder entenderlos. Existen dos tipos de niños protagonistas, los positivos y los negativos. Los positivos son abiertos, objetivos, activos, extrovertidos, optimistas... son los que consiguen superarse a sí mismos y cumplir sus sueños; los protagonistas negativos son pasivos, cerrados, egocéntricos, hipersensibles, descontentos, necesitan que otros los ayude.
A partir de los 10 años el niño acepta la realidad, pero su mayor deseo está en la utopía, las aventuras, la búsqueda de lo bello y lo bueno como la amistad y la libertad, pero también siente cierta atracción por la violencia y la sangre.

Ya que conocemos que tipos de literatura podemos trabajar en el aula, para poder enseñar a los alumnos un material adecuado, tendremos, como maestros, que hacer un análisis previo, para poder saber si el libro que queremos trabajar se adecua a las necesidades de dichos niños. Lo primero y obvio es leer el libro que queremos que lean nuestros alumnos, una vez leído comenzaremos el análisis:
Para ello tendremos que tener en cuenta el formato (todo aquello relacionado con la edad, para poder decidir si es adecuado o no):
*Aspecto externo o manejabilidad: Tener en cuenta la edad de los niños, si tienen algún retraso madurativo o alguna discapacidad, tendremos que tener en cuenta el tamaño y el grosor de las páginas. También tener en cuenta el exterior, ya que esto influye en la motivación del lector, si no nos entra por los ojos, es algo más complicado que puedan sentirse atraídos por el libro.
*Ilustraciones: Tener en cuenta cómo son los dibujos que aparecen, si son suficientes, si son claros, si están ahí para rellenar hueco o para ayudar a la lectura. Tener en cuenta también la edad a la que va dirigida el libro, ya que alumnos de cierta edad las ilustraciones son innecesarias, o al menos que sean escasas, ya que no tienen necesidad de ayudarse por los dibujos.
*Tipografía: LA letra de los libros se va juntando a la evolución de los aspectos fisiológicos que intervienen en la lectura: el campo visual y el tamaño de las fijaciones que realizamos. También se incluyen los espacios entre caracteres, palabra y entre lineas.
*Tema: Ya sea el tema principal, como los temas secundarios, tienen que responder al interés de los lectores a los que va dirigido y a las características del movimiento evolutivo en el que se encuentra.
*Estructura: La estructura lineal (Introducción, nudo y desenlace) es la más sencilla y la mas apropiada para los más pequeños. A medida que van creciendo, se pueden incluir varias acciones, algunos “flashback” y ya en ultimo ciclo pueden aparecer textos comenzados “in media res” y otras rupturas de la linealidad.
*El/La protagonista: Deben responder al momento evolutivo real de los lectores, hacer cosas de niño, sentir cosas de niño, hablar como un niño... y deber permitir la identificación de los lectores. No han de ser personajes planos y tienen que aparecer adornados por valores modernos y realistas y no por la clásica y obsoleta dualidad entre “buenos y malos”
*Los demás personajes: Cuanto más pequeño es el lector más necesario es que pueda reconocer los roles representados por los personajes. A medida que crecen van teniendo más experiencia y más referencias en las que anclar su compresión.
*Valores y contravalores: Los valores y contravalores están presentes en el personaje principal y secundarios, tienen que ser comprensibles y adecuados para los receptores. Hay que tener especial cuidado con los contra valores, que un niño tenga un concepto ajustado de sí mismo es inútil y además puede conseguir justo lo contrario de lo pretendido.
El lenguaje y el uso de la lengua: Tiene que tener un vocabulario, claridad de las estructuras morfosintácticas, no hay que ser experto, sólo saber valorar la calidad de las descripciones, la presentación de personajes...


Una vez visto esto, en mis prácticas, me di cuenta que todo tiene muy buena intención siempre, pero no se lleva a cabo, en mi estancia en el colegio, si que realizaban análisis a principio de curso sobre los libros que iban a leer los alumnos, con lo cual, creo que en su mayoría acertaban con los libros, aunque bien es verdad que para gustos los colores. El resto de los apartados comentados, no se han llegado a realizar, al menos durante mi estancia

Webgrafía




http://familias.leer.es/files/2010/07/art_fam_10consejosparaseleccionarlaslecturas_gemmalluch.pdf


http://www.literaturasm.com/Pautas_para_escoger_las_lecturas_de_nuestros_hijos.html

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